24 ene 2011

Cascadas, lagunas y bosques para refrescar la memoria

El gigante de cemento que nunca llegó a ser la residencia universitaria esconde un pequeño espejo de agua. Se trata de la "La laguna", un espacio en el que se puede acampar y sentir la paz de la naturaleza.

"Somos de un grupo católico tucumano y vinimos a pasar un día tranquilo en la laguna", comentaron Marita, Angie y Agustín. Walter Díaz, guardaparque del lugar, comentó que el sitio es apacible, ideal para las familias y los jóvenes. "Muchos vienen a comer aquí porque tienen los quinchos, las parrillas y hasta baños. Después recorren el bosque de la memoria", explicó.

El Parque de la Memoria es un paso más que obligado e invita a reflexionar sobre las pérdidas de una etapa oscura del país. Según comentó Gonzalo Villalba, cada árbol lleva el nombre de un desaparecido. Seis kilómetros más adelante está el lugar refrescante del recorrido. Una cascada en donde se puede descansar y compartir sin sentir el calor de las tardes de verano. Luego del chapuzón, y antes de emprender el regreso, se puede merendar en el Hotel Sol San Javier o en el bar Kaiken.

Fuente: LA Gaceta.com 

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